Forrar el interior de un armario
Forrar el interior de un armario

Los armarios que habitualmente se forran son los empotrados, y puede ser con papel, tableros de melanina o tela. La forma más sencilla es comenzar a forrar la pared del fondo, seguir con los laterales y dejar para el final el techo y el suelo. Debes tener especial cuidado con los cortes, deben ser siempre rectos y bien hechos para que cuando se encuentren dos piezas se vea limpio y no se note que son diferentes trozos. La parte más difícil de forrar son las esquinas, y para ello se puede utilizar una moldura que cubra esa zona y disimule los posibles defectos que puedan quedar.
Si fuera necesario pintar o barnizar el interior del armario, debes ventilar muy bien la habitación para que el olor pueda desaparecer rápidamente. Para esto es recomendable utilizar materiales que previamente ya estén barnizados. Puedes aprovechar que forras el armario para instalar nuevas baldas y optimizar el espacio, ya que muchas veces tenemos un espacio inútil en el armario y no nos damos cuenta de lo bien que podríamos aprovecharlo. Puedes también colocar módulos extraíbles de diferentes tamaños para tener bien separado y organizado los calcetines, bufandas, gorros o cualquier otro complemento que suelas tener, sobretodo en temporada de invierno que es cuando más complementos se utilizan.
Esta técnica puedes utilizarla también para forrar el interior de cualquier mueble.
Fuente: GuiaMuebles.com
Foto: Muebles Amets


