Si tener ventanales amplios es importante para que la luz forme parte de nuestras vidas, más todavía acondicionar la terraza de casa para el verano. Cenar tras un día de trabajo disfrutando del buen tiempo tendrá un efecto muy positivo en nuestra vida cotidiana, sobre todo porque ayudará a dejar de lado la rutina del asfalto, pero para ello merecerá la pena primero ponerse manos a la obra y dar a nuestra terraza, por pequeña que sea, un toque personal y renovado. Y sin rascarnos demasiado el bolsillo: solo hace falta tener ganas de buscar opciones, aguzar el ingenio y darse un poco de tiempo antes de escoger. El objetivo es claro: que un rincón de la casa, la terraza o el balcón, nos recuerden que sigue siendo verano aunque se hayan acabado las vacaciones.
1. Menos es más. Nunca debemos perder de vista esta idea, tengamos una terraza grande o un pequeño balcón. Cuantos menos muebles, alfombras, objetos, tiestos tengas, más acentuarás la sensación de amplitud. Resulta obvio pero nunca está de más recordarlo. El espacio es importante para lograr un ambiente confortable.
2. Plantas. Es imprescindible escogerlas bien y cuidarlas a diario. Si nos gusta el color, los geranios, la lavanda o las clavelinas van muy bien. Si nos apetece que la terraza tenga un aspecto más diáfano y minimalista, ¿qué tal un par de orquídeas sobre una mesa? Lo importante es probar.
3. Mezclar texturas. Uniformizar los materiales puede ser una buena opción, pero, en este sentido, también en la variedad está el gusto. Cortinas, cojines, alfombras y acolchados no tienen por qué ser del mismo material. El contraste es la mejor forma de dar un toque personal a estos espacios.
4. El color. Elegir colores vistosos puede ser un arma de doble filo, sobre todo si nos disponemos a pintar las paredes. El blanco o beige son buenas opciones en este sentido, siempre podremos arriesgar más con una cortina o los acolchados de las butacas, que resultan más fáciles de sustituir una vez te has aburrido de ellos.
5. Cojines. Son un complemento ideal para crear ambientes diversos. Pueden dar un toque de color a las butacas o sillas, si estas mantienen un estilo sobrio, o también nos pueden ayudar a recrear un ambiente más distendido si los tiramos al suelo y nos sentamos para tomar una copa después de cenar.
6. Si tu terraza es pequeña, quizá la opción pase más por comprar un par de sillas y una pequeña mesa, pero si tenemos la oportunidad de convertir ese espacio en una zona de descanso en la que pasar largos ratos, dos butacas no muy grandes pueden ser la mejor solución.
7. Ilumina para crear ambientes. Si el plan es cenar con la familia, a lo mejor es preferible usar una potente iluminación artificial. Si, por el contrario, vamos a organizar una cena con amigos o nuestra pareja, podemos usar velas de diferentes tamaños para dar una sensación más intimista y relajada.
8. Aprovecha el espacio. No significa necesariamente que debamos recargar la terraza con todo lo que podamos, más bien al contrario: ¿por qué no utilizar, por ejemplo, una mesa abatible o un par de mesitas auxiliares encajables, de esas que una vez usadas quedan recogidas a un lado? Es importante ser prácticos en este sentido para que nuestra terraza tenga un aspecto acogedor.
9. Alfombras de exterior. Poner una alfombra sencilla puede dar también ese toque diferente que haga de nuestra terraza un lugar totalmente distinto del resto de la casa.
10. Coloca un espejo. No suele ser habitual, pero es una opción estupenda para lograr sensación de amplitud y darle un toque diferente al conjunto de la decoración.
En la variedad, está el gusto; en la necesidad de probar, la clave para decorar o redecorar nuestra terraza y hacer más nuestro ese rincón de la casa que nos ayuda a sentir la naturaleza y a respirar aire puro aunque vivamos en el centro de la ciudad.
Fuente: diariodenavarra.es
