Si piensas en el Feng Shui, seguro que te viene a la mente la canalización de la energía, y cómo poder revivirla. Si esto lo trasladamos a la decoración, nos podemos estar refiriendo a la búsqueda de la buena energía que nos proporcionará un mayor bienestar desde todos los aspectos. Si añadimos una decoración Feng shui en nuestras casas, será porque queremos una mejoría en nuestra salud, un poco más de orden en nuestras vidas o, incluso, encontrarnos más tranquilos mentalmente.
En realidad, el Feng shui es una disciplina que estudia la relación entre las personas y el ambiente físico sobre un espacio y sus objetos. Como todas las disciplinas, el Feng shui guarda consigo muchos conceptos básicos que creemos que debes entender para conocer de lleno lo que es.
El feng shui y sus conceptos básicos
El feng shui es una antigua disciplina china que es conocida como el arte de armonizar el ambiente para favorecer el bienestar del individuo y su armonía. Feng significa viento y shui, agua.
Esta definición trasladada a la decoración, podríamos decir que el feng shui controla y busca la disposición de los muebles y todos los espacios que más puede beneficiar a la armonía de las personas. Todo lo que se busca con este tipo de decoración es que uno se encuentre más cómodo y más feliz en su propia casa. Aunque parezca que esta disciplina es una superstición, lo cierto es que está basada en la comprensión de las leyes de la naturaleza.
Para comprender todo esto, es imprescindible conocer algunos conceptos básicos que nos aportarán un poco de luz en esta teoría.
Chi
El chi representa la energía de los objetos o de las personas. El objetivo principal es generar energía positiva, pues es el chi esa energía que sale de los objetos o las personas. A su vez, el chi se divide en dos elementos clave: el Yin & Yang y los cinco elementos.
Yin & Yang
Todo objeto está compuesto por dos elementos: lo simple, y lo más complejo. Estos dos elementos son los que todos conocemos como el Yin & el Yang. Los dos son opuestos, pero trabajan juntos. El Yin se asocia más a lo positivo, y el Yang a lo activo.
En definitiva, el Yin & Yang son todo lo opuesto: lo positivo y lo negativo, el frío y el calor, la muerte y la vida, etc.
Los cinco elementos
Son el fuego, el agua, la tierra, la madera, y el metal. Estos cinco elementos deben estar en equilibro si los asociamos a la orientación de la casa. Por ello, en el feng shui se busca mucho la disposición de los diferentes elementos de la casa, siempre pensando en encontrar el verdadero equilibrio que proporcionará bienestar a la persona.
Colores para decorar la casa según el feng shui
Después de conocer un poco, de manera muy básica, los conceptos más básicos de esta disciplina china, queremos hacer un pequeño repaso también de cuáles son los colores ideales del feng shui para cada espacio de la casa.
– Salón: asociado a un espacio ideal para la comunicación de las personas, el mejor color es el azul. Esto si utilizas el salón para diálogos relajantes, pero si lo que a ti te gusta es un diálogo más vivaz, los colores indicados son el naranja y el rojo.
– Cocina: el color perfecto para este espacio es el amarillo, pues es un color solar que aporta energía, además de favorecer la digestión.
– Baño: en cualquier disciplina y cultura, lo mejor es utilizar colores fríos en el baño: azul, turquesa o verde claro. ¿Por qué? Porque estos colores son refrescantes y relajantes, a la vez que recuerdan al agua y eso siempre es tranquilizador.
– Dormitorio: para favorecer el sueño, los mejores colores son el azul y el verde.
Visto esto, ¿te atreves a añadir un poco de feng shui en tu casa? Consúltanos todas las dudas.
