La clave está en el color: tonos de moda para decorar tu hogar
La clave está en el color: tonos de moda para decorar tu hogar
¿Techos en verde y paredes turquesa o declinaciones neutras hacia el beige? Busca tu estilo en las tendencias y tiñe tu casa de luz.
Hay dos gamas de colores, los grises y los beis, que han seducido a la mayoría durante la última década y se han convertido en los reyes de la casa. Dos comodines perfectos que resurgieron, y se hicieron fuertes, con los primeros signos de la crisis. Una habitación en estos tonos –siempre por separado– crea el escenario perfecto. Mezclados con otros más oscuros de la misma línea cromática, con detalles dorados y algún elemento negro, son una combinación ganadora, en ocasiones hasta aburrida.
Con la llegada de los brotes verdes, sin embargo, el mundo de la decoración ha decidido abandonar lo seguro y arriesgar con tonalidades más atrevidas. Es en las colecciones de telas y objetos para el hogar donde encontramos indicios de este cambio. Aunque, como reconoce Polly Dickens, directora creativa de Habitat, “en el 45% de las tapicerías para sofás que vendemos, todavía predominan los tonos neutros”.
El azul ultramar, los verdes jade o los rosas descoloridos empiezan a protagonizar los nuevos interiores. Y son los decoradores más vanguardistas y sus proyectos para espacios públicos los que abanderan esta tendencia. Un ejemplo es la francesa India Mahdavi, encargada de la nueva imagen del mítico restaurante Sketch de Londres, al que ha teñido con un total look rosa. Pero si hay un adalid del color, ese es el americano Miles Reed.
Con todo, en el extremo opuesto sigue habiendo firmes defensores, como el francés Jean-Louis Deniot o el belga Vincent Van Duysen. Porque el color, al fin y al cabo, es una cuestión de gusto.
1. Colores vivos
Los tonos apagados clásicos remiten a la elegancia y el chic de los años 30, mientras que los colores “históricos”, como el azul turquesa, el verde pistacho o el rosa rojizo denotan una fuerte personalidad. Si trasladas esta paleta también al techo, la sensación que se consigue es la de estar inmerso en un mundo de color.
Claves para utilizarlos
– Introduce el blanco o el negro. Aunque sea en unos simples paspartús o en el marco de unas láminas.
– Para no correr riesgos, utiliza tonos más oscuros en las tapicerías y en el mobiliario.
– Los más talentosos y atrevidos pueden jugar a combinar colores que, a primera vista, parecerían imposibles, como el rosa con el rojo; el verde con el amarillo; o el azul con el marrón chocolate.
– Una sugerencia: para los tapizados acude a dibujos geométricos en un tono más fuerte que el de la pared y con fondo blanco. Sí, parecerá un ambiente de la década de los 70, que, por otra parte, es una tendencia que está muy de moda.
– Recuerda que el color es la herramienta más barata para cambiar de aspecto una habitación.
– Es el momento de ser radical, de recuperar un clásico como el damero en blanco y negro en los suelos, ya sea en mármol o en baldosas hidráulicas.
– La habitación pequeña seguirá siendo del mismo tamaño aunque la pintes de blanco. Así que,¿por qué no elegir, al menos, un color que sorprenda?
2. Colores neutros
El beis es, sin duda, un color para usar y abusar. Un comodín infalible. Dicen los expertos que es el ideal para los coleccionistas; ningún otro tono ensalza igual las obras de arte. El gris es otro todoterreno, pero resulta más masculino y urbano.
Claves para utilizarlos
– Los neutros son perfectos para usar en paredes, combinándolos con blanco en techos y molduras. Es la ecuación del perfecto clásico. Para añadir un toque más contemporáneo, pinta molduras y techos en el mismo tono.
– Mézclalos con blanco y negro y también con su mismo tono, pero en gamas mucho más claras o mucho más oscuras, para crear un fuerte contraste.
– Es obligatorio introducir algún brillo. Tú eliges: o la calidez de un latón o la elegancia de los cromados. Ambos están en boga en estos momentos.
– Para las habitaciones beis funcionan muy bien las telas naturales, como el lino o la seda sin teñir. Apuesta acabados más rústicos.
– Para las estancias grises, la combinación ganadora incluye terciopelos de seda o piel.
– Si puedes elegir, los suelos de madera de tablón ancho y dibujo clásico son ideales.Así como las alfombras bereberes de lana en tono natural.
– Si la habitación es grande, pinta una pared en un color fuerte, que contraste con el tono elegido para el resto de la habitación (preferiblemente, en la que esté perpendicular a la ventana). Por ejemplo, un beis con un chocolate o un ceniza con un gris antracita.
Fuente: mujerhoy